San Pedro Bautista
Definición. San Pedro Bautista, O.F.M., (San Esteban del Valle, 1542-Nagasaki, 5 de febrero de 1597) fue fraile franciscano español. Su nombre real era Pedro Bautista Blázquez. En 1580 marchó a México, donde fundó varios monasterios franciscanos; en 1583 se trasladó a las islas Filipinas y continuó sus fundaciones, entre ellas, el Convento de San Francisco del Monte y varios hospitales.
En 1587, el daimio Toyotomi Hideyoshi promulgó un edicto de expulsión de los clérigos cristianos en Japón, a pesar de ello, Fray Pedro Bautista permaneció en su Convento de Meaco hasta finales de diciembre y de allí fue conducido, con sus compañeros, a Nagasaki. Durante un tiempo sufrieron diversas torturas, les cortaron la oreja izquierda y fueron paseados en carro por las principales ciudades del imperio. El 5 de febrero de 1597, de nuevo en Nagasaki, Pedro Bautista fue conducido al monte Tateyama junto con otros veinticinco compañeros y todos ellos fueron crucificados y atravesados por lanzas. Con él murieron cinco religiosos de su Orden: Martín Aguirre de la Ascensión, Felipe de Jesús, Gonzalo García, Francisco Blanco y Francisco de San Miguel, tres jesuitas japoneses, Pablo Miki, Juan Goto y Jaime Kisai, y diecisiete franciscanos terciarios nativos, todos ellos conocidos como "Los mártires de Nagasaki".
Fray Pedro Bautista, junto con sus compañeros de martirio, fue beatificado por Urbano VIII. La fiesta conjunta de los mártires crucificados se celebra el día 5 de febrero y su culto está muy extendido en Japón, particularmente en Nagasaki, donde tienen dedicado un monumento en la colina de los Mártires.
Incluso antes de la beatificación, en 1600, llegaron a España las reliquias de san Pedro Bautista y fueron confiadas a fray Pedro Campos, provincial de los Descalzos de San José, que las envió a Paracuellos de la Ribera (Zaragoza), de donde es patrono. Iconográficamente san Pedro Bautista aparece vestido de franciscano y tiene como atributos la cruz, las argollas y las lanzas con las que fue martirizado.
Simbolismo. En el escudo de San Esteban del Valle (Ávila) por ser su lugar de nacimiento y patrono de la localidad.