Por Ignacio Koblischek.
Conceptos Generales
Objetivo. Aprender un método fácil, intuitivo y lógico para diseñar todo tipo de superficies heráldicas.
Introducción. Las superficies heráldicas podríamos decir que son los "compartimentos estancos" generados dentro del escudo. Tienen una gran utilidad ya que permiten yuxtaponer colores y sirven de soporte a las figuras.
Su diseño está inspirado en la disposición de las barretas de la bloca sobre la superficie del escudo.
Si observamos detenidamente las barretas, ahora convertidas en líneas individualizadas, comprobamos que su diseño está determinado por tres coordenadas: giro, proporción y situación. Al combinar estas tres coordenadas entre sí obtenemos una serie de puntos sobre el escudo, a modo de cuadrícula, que nos permiten añadir un posible vértice. Con este sencillo método que consiste en combinar los valores de las coordenadas podemos diseñar todas las superficies posibles.
Evolución del escudo normando.
El francés. Tiene forma cuadrilonga y terminado igualmente en punta. Es utilizado también en Italia y, con alguna variante, por algunos municipios suecos.
El llamado español. Al igual que el francés, también se dibuja con forma cuadrilonga, pero redondeado en punta, con influencia en Portugal y Centro y Sudamérica. Es utilizado también en el centro y este de Europa y en los países escandinavos. Este quizás sea el de mayor propagación. Se utiliza también una variante con mayor caída del cuadrilongo y la de Alemania, con la parte superior ligeramente más ancha.
Existen algunas particularidades como las de los municipios catalanes que utilizan la llamada boca caironat o caironada (pensamos que al ser tan peculiar no hace falta cambiar el término original) o la de cabeza de caballo italiana.
Inglés 1
Mpos. suecos
Inglés 2
Inglés 3
Ibérico/Español 2
Fraancés
Alemán
Superficie Heráldica. Superficie generada dentro del escudo. La yuxtaposición de colores sobre las superficies heráldicas se consideran también un emblema heráldico.
Escudo. Arma defensiva que se lleva embrazada y que sirve para protegerse de agresiones. Generalmente de forma cuadrilonga con el extremo inferior terminado en forma de punta o redondeado y, en ocasiones, reforzado con una bloca. A partir del primer tercio del siglo XII su superficie sirve de soporte a los emblemas heráldicos.
Boca del Escudo. Línea que forma el perímetro del escudo. La forma de la boca del escudo en la actualidad deriva del antiguo escudo normando, también llamado de almendra o lágrima. La evolución se produce para procurar una superficie o campo más idóneo para la representación de los emblemas heráldicos. Los tipos de bocas más comunes son la anglosajona (forma curvilínea y terminado en punta), la española (cuadrilongo redondeado en punta) y la francesa (cuadrilongo y terminado en punta).
Campo del Escudo. Superficie heráldica que genera la boca del escudo.
Bloca. Refuerzo del escudo que consiste en cuatro barretas metálicas cruzadas en su centro formando un aspa. Los ocho espacios interradiales proporcionan las primeras superficies heráldicas y perfilan el método de su diseño.
Línea de Superficie. Barreta de la bloca reducida a una línea anclada a la boca del escudo que genera dos superficies distintas dentro del campo.
Coordenadas de la línea de superficie. Son los parámetros que se pueden extraer del trazado de la línea de superficie y que determinan su diseño en el campo. Son comunes a todas y determinan su diseño: giro, perfil, situación y vértice.
Línea de superficie compartida. Cuando la línea de superficie genera dos superficies iguales (cortado, partido, tajado y tronchado). Su trazado afecta a las dos superficies.
Línea de superficie independiente. Cuando la línea de superficie aumenta de perfil y genera dos superficies desiguales su diseño cuenta con dos líneas de superficie independientes. Estas líneas de superficie son independientes porque pueden modificarse por separado.
Línea de superficie independiente positiva. La línea de superficie independiente situada en la zona positiva respecto a la otra línea.
Línea de superficie independiente negativa. La línea de superficie independiente situada en la zona negativa respecto a la otra línea.
Línea de superficie en boca. Es la línea de superficie independiente que coincide con la boca del escudo. se da en superficies como el jefe o punta.
Zonas del escudo. Zonas del escudo donde se pueden situar las superficies heráldicas tanto en sentido vertical como en horizontal o diagonal.
Puntos del escudo. Los puntos del campo del escudo proporcionados por la combinación de las zonas verticales con las horizontales.
Vértice. Punto de la línea de superficie que forma un ángulo. Todas las superficies con vértice tienen al menos tres puntos que proporcionan su diseño, dos anclados a la boca del escudo y otro anclado en un punto del campo.
Vértice positivo (+V). Cuando la superficie tiene dos vértices, el situado en la zona positiva del escudo respecto al otro vértice.
Vértice negativo (-V). Cuando la superficie tiene dos vértices, el situado en la zona negativa del escudo respecto al otro vértice.
Recursos. Combinar de forma creativa los elementos del Sistema Heráldico para resolver un problema de diseño.
Elementos del Sistema heráldico. Unidades mínimas en las que se puede descomponer un escudo. Son tres: las superficies, las figuras y los esmaltes.
Superficie + (positiva). La superficie que se encuentra en zona positiva respecto a la otra.
Superficie - (negativa). La superficie que se encuentra en zona negativa respecto a la otra.
Requisitos de las superficies heráldicas
Para que las superficies puedan cumplir perfectamente su función (emblema y soporte), deben contar con una serie de requisitos que a continuación enumeramos:
Diáfanas: vacías, para que puedan servir de soporte a esmaltes, figuras y, también a otras superficies.
Estéticas: deben aportar valor ornamental.
Nominales: tienen un nombre propio que designa sus propias coordenadas que permite diseñarlas en el campo del escudo.
Visibles: Tienen que ser perceptibles, no pueden pasar desapercibidas.
Propiedades de las superficies heráldicas
Las superficies heráldicas tienen dos cualidades que facilitan el diseño de nuevas superficies, su valor ornamental y su descripción
Elasticidad: los valores de las coordenadas tienen un margen de diseño, no son medidas exactas, pueden variar siempre que mejoren el diseño final y no generen confusión con el siguiente valor.
Combinabilidad: pueden combinarse con otras superficies, figuras o esmaltes generando, así, superficies diferentes.
En el escudo de Berna (Suiza) pueden apreciarse claramente todas estas características: la superficie es perfectamente visible (un tercio), es estética, va anclada a la boca del escudo y tiene un nombre propio (banda) que indica perfectamente su posición, tamaño y giro en el campo del escudo. Respecto a la elasticidad, la superficie central (banda) se ensancha para que el oso resalte con mayor claridad.
Clasificación tradicional de las Superficies Heráldicas
Los heraldistas del siglo XVII clasificaban las superficies dependiendo de su tamaño o composición, diferencian entre particiones y reparticiones y piezas (estas en primer y segundo orden, disminuidas y seantes, según los autores) atribuyendo a cada una un significado legendario.
Sin necesidad de remontarnos hasta esa época, podemos comprobar como esa clasificación llega prácticamente hasta el siglo XX. A partir de esa fecha, comienza una evolución en el concepto y en su clasificación que podemos abordar desde los manuales publicados por cinco heraldistas.
1.-Vicente de Cadenas, publica en 1975 "Fundamentos de Heráldica", mantiene la clasificación pero alejada ya de los significados legendarios que se le atribuían a cada una. La definición y clasificación que aporta es la siguiente:
• Particiones. "divisiones del escudo producidas por una sola línea que separe el campo en dos partes que resulten iguales", respecto a la clasificación de estas continúa diciendo que "las reparticiones del escudo se han venido considerando, hasta el primer intento de unificación de la Heráldica, como particiones irregulares cuando no eran iguales y como particiones regulares cuando lo eran".
• Particiones regulares. Partido, cortado, tronchado y tajado.
• Particiones irregulares. Siniestrado y adiestrado.
• Reparticiones. "Resultado de los cuarteles formados por dos líneas, bien se crucen o no".
Clasifica también entre regulares e irregulares:
Reparticiones regulares. "Los escudos cuartelados en cruz y en aspa y los terciados.
Reparticiones irregulares. "Corresponden las siguientes: cortinado, calzado, capa, mantelado en punta y en jefe, embrazado y contraembrazado, vestido, flanquisado, zig-zag, en escuadra, flanqueado, encajado, flechado, enclavado, flanqueado en curva, mantelado en curva, entado en punta y caído, jirón curvilíneo, jirón redondeado y encastrado.
• Piezas. "Representaciones simbólicas creadas por los heraldistas para distinguir unas armas de otras".
Se clasifican a su vez en:
Piezas fundamentales, de primer orden u honorables. La que ocupa el tercio de la anchura del blasón. aspa, banda, barra, bordura, cabrio, campaña, cantón, cruz, escusón, faja, franco cuartel, jefe girón, lambel, orla, palo, perla, pila, punta y trechor.
Piezas disminuidas, "Todas aquellas que, en su mayor parte, siguen idénticas posiciones que las piezas fundamentales, pero cuyo ancho queda disminuido generalmente a la mitad de las mismas". Bastón, burela, ceñidor, comble, cotiza, estrecha, filete, filiera, gemelas, lazo, tenazas, tercias, trangle, traversa y vara.
Piezas derivadas, de segundo orden o seantes. "Las piezas en cuya composición entran a formar parte piezas fundamentales o disminuidas, pero que tienen características propias y particulares, y por cuyo motivo es preciso considerarlas como nuevas piezas heráldicas". Ajedrez, anilletes, bezantes, billetes, danteles, equipolados, fretes, fusos, losanges, macles, papelones, plumas, roeles y rustros.
Piezas recortadas. "Toda pieza que no llega a tocar la boca del escudo".
2.-Eduardo Pardo de Guevara, en su "Manual de Heráldica" publicado en 1987, clasifica a las superficies en piezas y particiones:
• Piezas. "Representaciones geométricas de muy diverso tipo y origen".
• Particiones. "Son divisiones del campo del escudo en partes semejantes que, en sí mismas, deben ser consideradas como formas propiamente emblemáticas.
3.-Eduardo García-Menacho, en "Introducción" a la Heráldica y "Manual de Heráldica Militar española" publicado por el Ministerio de Defensa en 2010, clasifica a las superficies en:
• Particiones. Regulares e irregulares.
• Reparticiones. regulares e irregulares.
• Piezas. Sencillas o fundamentales (sencillas y compuestas), disminuidas, derivadas y recortadas (no tocan la boca del escudo).
4.-Armand de Fluviá publica en 2011 "Manual d´Heràldica i tècnica del blasó", en la que nos aporta la siguiente clasificación de las superficies:
• Particiones. de uso corriente (ordinarias, por multiplicación y por división) y raras.
• Particiones modificadas por:
Línea de contorno. Cambio de posición. Cambio de posición de la línea. Asociación de particiones. Reparticiones por una partición diferente. Cuartelar.
Líneas que cortan en ángulo recto una repartición.
• Piezas. De uso más común, uso menos común y modificadas.
5.-Faustino Menéndez Pidal, publica en 2014 "Los emblemas heráldicos. Novecientos años de historia", donde nos ofrece una clasificación muy sencilla:
• Divisiones del campo.
• Piezas.
• Modificaciones de las piezas.
Clasificación de Jan Raneke
En 1982, el heraldista sueco Jan Raneke (1914-2007) publica su principal obra titulada "Svenska medeltivapen". En ella ofrece una clasificación general de los escudos en ocho grupos, divididos a su vez en subgrupos, ordenados según la disposición de superficies y figuras. Se trata de uno de los mejores métodos de clasificación que, por otra parte, no ha acabado de consolidarse.
Grupo 1
Grupo 5
Grupo 2
Grupo 6
Grupo 3
Grupo 7
Grupo 4
Grupo 8
Recopilación
Según lo expuesto:
• Parece que hay un número cerrado de superficies, las superficies vienen ya dadas y es imposible crear otras.
• La terminología es confusa y poco homogénea.
• Comprobamos una tendencia a la simplificación en los criterios de clasificación.
Conclusión
La clasificación tradicional de las superficies no aporta utilidad al Sistema Heráldico. No permite establecer unas pautas de interrelación entre ellas ni la creación de nuevas superficies.
En este tema expondré un método en el que se reducirán al mínimo las características comunes de todas las superficies y se establecerá un mecanismo de articulación para que puedan relacionarse entre sí. Como resultado tendremos la posibilidad de crear infinitas superficies conforme a nuestras necesidades de diseño y una terminología homogénea capaz de adaptarse a toda superficie.