Por Ignacio Koblischek. Todos los derechos reservados.
1.-Tipificar la figura.
Tipificar una figura consiste en trazar su dibujo de una forma sencilla, pero lo suficientemente caracterizado y con la máxima expresividad posible aplicando las siguientes características:
− Diferenciar la línea de contorno (aquella que delimita la silueta de la figura) de
las líneas interiores (las que marcan la morfología de la figura). La primera debe
estar siempre cerrada, es la que en un futuro contendrá el color.
− Dibujar la figura atendiendo a los siguientes criterios:
• Sencillez. La sencillez en el diseño heráldico consiste en la utilización en el dibujo de los trazos únicamente necesarios para identificar a la figura, sin perder por ello la caracterización, la expresividad ni la estilización.
Un claro ejemplo lo tenemos en el escudo de la localidad sueca de Vadstena, que se muestra a continuación:
En él podemos observar cómo se ha transformado la figura original de Santa Brígida, patrona de la ciudad, en un dibujo mucho más sencillo con apenas unos trazos, manteniendo la expresividad, caracterización y la originalidad del dibujo.
La sencillez se consigue, por tanto, eligiendo los trazos principales que aporten la identidad a la figura. Esta acción constituye uno de los retos principales del diseñador heráldico.
La sencillez lleva aparejada, además, una gran utilidad: la posibilidad de representar el escudo en todo tipo de tamaños y soportes posibles sin perder la calidad ni la identificación de las figuras en su reproducción.
• Simetría. En la medida de lo posible hay que buscar la simetría. En el caso anterior, vemos como se ha buscado la simetría que aparece únicamente rota por la posición de las manos y el vuelo de la túnica sobre las piernas. La mayoría de las figuras que se dibujan en vista alzada son simétricas (plantas, árboles, construcciones).
• Expresividad. Hay que tratar de mostrar las figuras con gran viveza y energía. En el caso del ejemplo anterior, Santa Brígida mantiene una expresión de serenidad. En los animales se suele representar con la boca abierta y, en algunas ocasiones, mostrando los colmillos.
Gamo - Alce - Corzo - Ciervo
• Caracterización. Es preciso resaltar las peculiaridades de cada figura. En el dibujo de árboles, si no tienen una forma característica propia, se suelen diferenciar por sus frutos. En el caso de los cérvidos, resaltamos las diferencias entre astas.
En el ejemplo que aportamos a continuación de la tipificación de los árboles, vemos como mantenemos el diseño común de raíces, tronco y ramas, cambiando las hojas y el fruto. El alcornoque, la encina y el roble aparecen con el mismo fruto (la bellota), pero diferenciados por las hojas.
− Elegir el mejor plano para que la figura se distinga lo mejor posible. Dependiendo de la vista del plano, estas son las posibilidades:
• Alzado, es la vista frontal del objeto. Se utiliza sobre todo para dibujar árboles y construcciones.
• Planta, es la vista que se obtiene cuando observamos el objeto desde arriba. Se utiliza en animales para visibilizar mejor sus características, tales como los insectos (seis patas o las alas) o los arácnidos (ocho patas). También en máquinas como aviones.
• Perfil, es la vista correspondiente al lateral izquierdo del objeto. Muy utilizada en la representación de animales, barcos y bustos.
Alzado - Planta - Perfil
• Utilizar, a ser posible, el mismo perfil para las líneas de contorno e interiores.